El Fondo Mundial recibió un informe sobre las condiciones de los presos y las personas arrestadas en espera de juicio en centros de detención. Algunas de estas personas necesitaban atención y tratamiento tanto para el VIH como la tuberculosis.

El informe alegaba que se les negaba el tratamiento y eran estigmatizados ya que se trataba de personas que consumían drogas y trabajadores sexuales.

La Oficina del Inspector General evaluó estos informes asegurándose de que las identidades de los denunciantes estuviesen protegidas y permanecieran confidenciales en todo momento. Los investigadores de la OIG visitaron el país en misión de investigación. Durante el cumplimiento de la misión visitaron el centro de detención y al Receptor Principal y Subreceptor gubernamentales responsables de los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo a las personas que viven con el VIH y la tuberculosis mientras están detenidas.

Se entrevistó a médicos y expresos, y las organizaciones de la sociedad civil que prestan apoyo a las poblaciones clave también aportaron una valiosa información. El resultado de la investigación se tradujo en una serie de acciones, principalmente que el Receptor Principal aumentaría la supervisión de la organización encargada de facilitar servicios a los pacientes en los centros de detención asegurándose de que dichos servicios y los medicamentos llegasen a los detenidos de forma adecuada.